Historia de caballos de fuerza
El caballo de fuerza es una unidad que fue propuesta a finales del siglo XVIII por el ingeniero escocés James Watt, quien mejoró, diseñó y construyó máquinas de vapor, además de promover el uso de estas en variadas aplicaciones como lo fueron las locomotoras de vapor o las máquinas de vapor para bombear el agua que se infiltraba en las explotaciones mineras. Watt propuso esta unidad para expresar la potencia que podía desarrollar la novedosa máquina de vapor (en su época), con respecto a la potencia que desarrollaban los caballos. Estos animales eran las «máquinas» de trabajo que se usaban ampliamente para mover molinos, levantar cargas, mover carruajes y muchas otras actividades. Tras varios experimentos y aproximaciones de cómo medir y expresar la potencia de los caballos. James Watt estimó que un caballo podía levantar 330 libras-fuerza a una altura de 100 pies en un minuto.
Se dice que una caldera tiene una capacidad de un caballo caldera cuando es capaz de producir (15.65 kg vapor/hr) de vapor saturado de 100 °C (212 °F), utilizando agua de alimentación de la misma temperatura. Cuando esta cantidad de vapor se produce por cada metro cuadrado de superficie de calefacción (aproximadamente 10 ft2) se dice que la caldera está trabajando con 100% de carga. El término caballo caldera es una unidad que en la actualidad no debiera ser usada, ya que las condiciones de los equipos para los cuales se definió ya no son operantes, su empleo es más que nada por cuestiones de lenguaje industrial.